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La sauna ofrece múltiples beneficios que no solo afectan al cuerpo, también a la mente. Esta experiencia alivia el estrés, mejora la circulación de la sangre y refuerza el sistema inmunológico, equilibrando el bienestar físico y mental.
El uso de la sauna aumenta las endorfinas, la hormona de la felicidad, y los opioides, nuestro analgésico natural, generando una profunda sensación de bienestar físico y emocional.
Son muy recomendables para las personas que padecen insomnio. De hecho, nos transportan a otro estado de consciencia y nos ayudan a liberarnos del estrés y los problemas.
La sauna estimula el crecimiento de las hormonas antienvejecimiento, las cuales, contribuyen a curar lesiones. Además, estimulan la limpieza celular, influyendo en el correcto funcionamiento de las mismas.
El aumento de la circulación y sudoración durante la experiencia en sauna beneficia al proceso natural de desintoxicación del cuerpo. La sudoración es nuestro sistema natural de limpieza, y las saunas ayudan a depurar las toxinas de nuestro cuerpo mediante este proceso.
El aumento de la temperatura corporal en la sauna favorece la producción de anticuerpos y glóbulos blancos, factores clave que nos hacen más resistentes frente a las enfermedades.
El calor de la sauna produce una mayor flexibilidad de los vasos sanguíneos, potenciando la circulación sanguínea. Algunas de las consecuencias de este proceso se traducen en una mejora en la distribución de nutrientes y en el drenaje de las vías respiratorias.
Ahora que ya conoces los beneficios de la sauna, elige aquí en cuál de los balnearios de Castilla Termal Hoteles quieres disfrutar de ella.